DATOS DEL LIBRO
Traducción: Eva María González
Introducción: Juan Mari Barasorda
Ilustraciones: Iván Cuervo Berango
Colección «Misterios de Época»
ISBN: 9788494363436
16X24 cm /452 páginas
Encuadernación en tapa dura con sobrecubierta y lazo de punto de lectura. (Incluye marcapáginas y lámina)
RESUMEN DEL LIBRO
Se ha cometido un asesinato en los terrenos del Castillo de Valfeuillu,
propiedad del conde de Trémorel. Dos cazadores furtivos han encontrado
el cadáver de su esposa Berthe sumergido en un cañaveral. Mientras la
policía local de Orcival está convencida de haber encontrado a los culpables y da por concluida su línea de investigación, llega un policía especial de la Sûreté de París, el inspector Lecoq, que se hace cargo del caso. El astuto detective inicia su propia investigación —caracterizada por el constante uso del método deductivo— recolectando pruebas, estudiando exhaustivamente el escenario y las posibles circunstancias del crimen, entrevistando a los testigos y analizando los posibles móviles de los sospechosos.
El crimen de Orcival (1866) —obra maestra de Émile Gaboriau que constituyó un éxito sin precedentes en el momento de su publicación— nos envuelve desde la primera escena en una atmósfera de suspense creciente que nos conduce a través de un vertiginoso recorrido de deducciones y suposiciones. Conspiraciones, sospechas, mentiras, chantajes, documentos secretos, celos, adulterio… todo debe pasar por el tamiz de la mente deductiva de Lecoq, convirtiendo la novela en una suerte de thriller de perfecta factura que mantiene en vilo al lector hasta la última página.
«Émile Gaboriau es el alquimista que descubrió la piedra filosofal. El gran impulsor del género policíaco y la novela de detectives». Michel Lebrun.
Émile Gaboriau (1832-1873) reconocidísimo escritor francés considerado uno de los padres de la novela de detectives. Su Personaje, el investigador Lecoq, es el primer policía profesional de la literatura.
En su primera novela policíaca, «El caso Lerouge» (1866), Gaboriau introdujo un detective aficionado, Tabaret, que se convirtió en mentor de un joven policía, el inspector Lecoq. En su siguiente novela, «El crimen de Orcival» (1866) es el propio Lecoq quien se convierte en protagonista indiscutible de la misma y se hace cargo de la investigación.