Heinrich Von Kleist Relatos completos Editorial Acantilado

Relatos completos, de Heinrich von Kleist

Un volumen que reúne todas las narraciones breves de uno de los principales representantes de Romanticismo alemán en el bicentenario de su muerte.

En 2011 se celebró el bicentenario del fallecimiento del dramaturgo y novelista prusiano Heinrich von Kleist, recibiendo así el merecido reconocimiento por su obra que le fue negado durante dos siglos; hoy en Alemania ya se le considera uno de las principales representantes del Romanticismo y del Nacionalismo alemanes y una de las figuras más destacadas de la literatura en lengua germana.  Sin embargo, a pesar de ello y de su gran influencia en autores posteriores, como Kafka, entre nosotros sigue siendo prácticamente desconocido.

Aunque sólo fuese por la manera en que llevó a la práctica los ideales románticos que rigieron su obra, von Kleist ya sería un personaje destacable: luchó contra las tropas napoleónicas, recorrió toda Europa para ampliar sus horizontes  y su formación, fue detenido y juzgado como espía a pesar de ser inocente; no era aquella una buena época para viajar por el extranjero haciendo preguntas, vio fracasar todas sus obras teatrales y, con treinta y cuatro años, disparó contra su compañera, enferma de cáncer, y se suicidó después.

Esta pasión, esta inquietud, este sentido dramático de la vida que en otros escritores románticos fue una pose estética y que von Kleist convirtió en la razón de su existencia está muy presente, como no podía ser de otra manera, en toda su obra y, en concreto, en las novelas cortas que escribió en los últimos años de su vida y que se encuentran reunidas en este volumen titulado Relatos completos.

Pero von Kleist, al volcar esa pasión en sus relatos, empleó unas formas narrativas aún cercanas al Clasicismo, por lo que su prosa resulta muy original.  Sus dramáticas historias, por violentas, grotescas o fantásticas que puedan llegar a resultar, están tratadas con una pulcritud y un amor por el detalle que roza lo notarial.  Su abanico temático también se expande más allá del repertorio típico romántico, incluyendo abundantes referencias políticas, filosóficas o sexuales en sus historias.

La combinación de todos estos factores es explosivamente moderna: los personajes, personas comunes, burgueses y nobles que hasta el momento han llevado vidas tranquilas e incluso intachables se ven envueltos de repente en situaciones inverosímiles en las que, para sobrevivir, deberán enfrentarse a las convenciones sociales, a la autoridad e, incluso, a las fuerzas desatadas de la naturaleza.  Situaciones dramáticas que, en la mayoría de las ocasiones, tienen su causa precisamente en la buena voluntad y la inocencia de sus protagonistas y que de manera inevitable desembocan en una frenética explosión de violencia.

Von Kleist no se conforma con poner a sus personajes a prueba; a medida que avanza la narración va aumentando la tensión de manera implacable, empujándoles hasta un límite en el que la realidad, tan minuciosamente retratada hasta entonces, se desdibuja hasta adquirir tintes fantásticos.

Y ellos, solos ante la ferocidad con la que los embate el destino, en medio del deshonor, de la injusticia o de la catástrofe, se revelarán como héroes o rufianes, o como ambas cosas a un tiempo, pues el ser humano es capaz de las más impensables paradojas.

Honrados ciudadanos que se convierten en forajidos para defender su honor, condenados a muerte que se salvan en el último instante, almas en pena, doncellas mancilladas… el tratamiento tan personal que von Kleist da a los temas que compartió con otros autores románticos, como E. T. A. Hoffman, Novalis o Hörderlin, hace que la lectura de estos relatos sea hoy más agradecida que la de sus contemporáneos.  Es, sin duda, uno de esos clásicos que nos ayudan a perder el miedo a los clásicos.

Heinrich von Kleist (Fráncfort del Óder, 1777_-_Berlín, 1811) es uno de los más grandes escritores alemanes, a pesar de su corta carrera. De familia de militares, estudió derecho y filosofía en Fráncfort tras pasar siete años en el ejército prusiano. Fue cofundador de la revista Phobus, donde publicó varios de sus poemas y relatos. Se suicidó en Berlín, junto a su amante, en 1811.